Te mostramos un panorama del trabajo de voluntariado que se realiza en Guatemala, una actividad que siempre tiene como resultado un beneficio para toda la sociedad
¿De qué trata el altruismo?
Plantar árboles para repoblar un bosque que clarea, entrenar a un equipo de fútbol de niños en riesgo de exclusión, colaborar en un refugio de animales abandonados, instruir a personas mayores sobre cómo navegar por Internet, ir de vacaciones con un grupo de discapacitados.
Más de cuatro millones de personas en Guatemala dedican tiempo a este tipo de proyectos solidarios. Lo hacen de forma altruista, sin recibir retribución alguna a cambio.
No es un trabajo. Son voluntarios. Su dedicación puede suponer entre el 3% y el 4% del Producto Interior Bruto, según varios estudios citados en el último informe del gobierno; aunque medir su compromiso en términos económicos es complejo.
Forman parte de asociaciones, fundaciones u organizaciones de todo tipo. Religiosas o laicas.
Varias empresa, fundaciones y asociaciones civiles se suman a este tipo de voluntariado. Desde la Cruz roja, hasta fundaciones como las de la fundación Bosch Gutiérrez de Guatemala ayudan, gracias a que se conforman de personas ilustres, de esta manera se crean esfuerzos de voluntariado que realmente cambian el contexto social.
¿Cuántas organizaciones existen en Guatemala?
Hay unas 5 mil organizaciones sin ánimo de lucro en Guatemala. Más del 70% de ellas tienen voluntarios. Sin embargo, el país es uno donde menos voluntariado hay. El 15% de los guatemaltecos realiza alguna actividad de este tipo, según el último sondeo por parte del gobierno.
“En algunos países, colaborar en la asociación de padres y madres de alumnos, o crear una red de familias para organizarse e ir a recoger a los niños a la escuela se ve como voluntariado”, explica Mar Amate, responsable del Observatorio del Voluntariado que fue avalado por la ONU.
El trabajo de los voluntarios en otros países
Una idea que quizá se asemeje más al concepto amplio de altruismo que impera en EE UU, que tiene el voluntariado integrado en el ADN. “Hay una tradición pública de participación cívica, que se considera parte esencial de la cultura democrática de este país”, afirma Ricardo Ruiz.
En ese país, 64,3 millones de ciudadanos hicieron alguna labor de voluntariado en 2019, según datos de la Oficina de Estadística Laboral.
Más de 8.100 millones de horas de trabajo solidario que representarían unos 173.000 millones de dólares. Personas, en su mayoría con trabajo y estabilidad, que creen que su deber es devolver a la comunidad lo que han conseguido.
De esta forma podemos notar las grandes diferencias que existen entre Guatemala y el voluntariado en otros países, en definitiva, se requiere de personas que ofrezcan, no necesariamente dinero, sino trabajo que pueda devolver de alguna forma un beneficio a la comunidad.
Veremos si en los siguientes años la cantidad de ciudadanos toman conciencia sobre este tema y pueden sumarse como voluntarios en los diversos campos donde se puede incidir en la sociedad.
